INGENIERO NAVAL DON SABINO LÓPEZ DÍAZ
(1901-1993)
Recopilado por: SOM Sr. Gustavo González Cortés
Biografía preparada en
noviembre del año 2016 por el Señor José Miguel López Santa María, hijo de don
Sabino López Díaz, quien reside en la ciudad de Santiago.
Don Sabino López nació
un 28 de diciembre de 1901, en la comuna de Lautaro, Provincia de Cautín, Novena
Región de la Araucanía, hijo del agricultor Don Evaristo López Valenzuela y de Doña
Justina Díaz del Villar, fue el tercero de nueve hermanos.
Realizó sus estudios de
enseñanza básica en una escuela de la ciudad de Lautaro, y los de secundaria en
el más que centenario liceo de hombres de Temuco, coincidiendo en la época con Neftalí
Reyes (Pablo Neruda).
En diciembre de 1918,
llegó al liceo una comisión examinadora de la Armada, presidida por un Capitán
de Fragata Ingeniero, dicha comisión promocionó la carrera naval en la
especialidad de ingeniería y tomó examen a los 4 alumnos que se interesaron,
entre ellos al joven Sabino que había ya cursado el tercer año de humanidades.
Dio exámenes para ingresar al segundo año de la Escuela de Ingenieros en las
materias de matemáticas, geometría y castellano. Fue el único aceptado y con
tan buenas calificaciones que se le nombró de inmediato "Cadete con
beca", es decir, que quedaba exento de pagar los gastos de internado en la
Escuela de Ingenieros. Cabe destacar que en esa época, casi todos los cadetes
ingresaban como "súper numerarios" y después de algún tiempo, cuando obtenían
muy buenas notas, se les nombraba Cadete con beca, quedando exentos de pagar el
internado en esa Escuela de la Armada. Don Sabino ocupó el primer lugar de su
curso en tercero y cuarto año y al egresar ocupó el 2° lugar con muy buen promedio de notas, lo que le permitió
dar examen para ascenso en un año. En esa época, para dar examen de ascenso había
tres plazos, que dependían de las calificaciones: un año, un año y medio y dos
años. Quienes daban el examen al año y ascendían, quedaban en el escalafón por sobre
algunos egresados el año anterior.
En diciembre de 1922
egresa de la Escuela de Ingenieros Mecánicos de la Armada de Chile en
Talcahuano, y el 20 de enero siguiente, recibe su nombramiento como Oficial
Ingeniero de la Armada y es embarcado por 2 meses en el Crucero Chacabuco, luego
hace el viaje de instrucción por 10 meses en el Crucero Blanco Encalada y al
finalizarlo se le trasborda al Acorazado Almirante Latorre, donde permanece por
6 meses en el departamento de máquinas y calderas, desempeñándose como ayudante
del ingeniero electricista de cargo, el Teniente 1° Ingeniero Armando Ramírez
Barceana.
El cadete Sabino López D.
Tuvo a su cargo la red
del servicio telefónico del acorazado y le correspondió participar en la maniobra de la primera
vez que el Latorre entró al dique N° 2 de Talcahuano en
1925. En esa oportunidad hubo una minuciosa preparación debido a la fuerza de
inercia del buque de 24.000 toneladas, detalladas reuniones se realizaron
analizando todas las alternativas. Se destacó la gran importancia de las
comunicaciones telefónicas para dar las órdenes desde el puente de mando, como
así mismo para la coordinación entre los departamentos y los puestos de trabajo
en las máquinas, toldilla, winches de costados, castillo, etc.
El ingeniero López
además fue el único instructor que impartió dos ramos, matemáticas y electricidad a los cursos
de Cabos y Sargentos Electricistas, algunos de los alumnos de esos cursos se
especializaron después en girocompases y en rayos X, con posterior desempeño abordo
y en el Hospital Naval. Varios de estos alumnos ascendieron posteriormente a Oficiales de Mar.
En Marzo de 1926 llegó
al Acorazado Latorre una comunicación del Director del Territorio Marítimo y de
Marina Mercante, ofreciendo especializarse en Señalización Marítima a los oficiales ingenieros jóvenes,
en vista que quien desempeñaba el cargo debía jubilar. Aceptaron la oferta el
Teniente 2° Ingeniero Nemesio Ruiz Álvarez y el
Subteniente Ingeniero Sabino López Díaz, después de estudiar por 6 meses en
libros y catálogos y de visitar en detalle varios faros, analizar los mecanismos,
motores, maquinarias de bocinas de neblina y demás elementos de señales, el teniente
Ruiz decidió volver a embarcarse y el subteniente Sabino López decidió aceptar
el cargo en el Departamento de Faros de la Dirección del Territorio Marítimo y
M.M., aunque por ello debió renunciar al escalafón de Oficiales Ingenieros y
quedar como civil en la Armada de Chile.
En septiembre de 1926,
se le nombra Ingeniero del Servicio de Faros y Señalización Marítima, donde prestó
sus servicios hasta diciembre de 1954. En dicho cargo le correspondió proyectar
la construcción de unos 130 faros, 6 radiofaros, 10 boyas luminosas, 15 radioteléfonos,
algunas luces de enfilación y otras señales a lo largo de nuestro litoral. Dirigió
personalmente en terreno la construcción de más de 20 de estos faros, algunas
casas para
guarda faros, caminos, desembarcaderos y servicios anexos.
Cuando ingresó al
Servicio de Señalización Marítima en 1926, no había buena señalización nocturna
para los canales de las regiones de Aysén y de Magallanes, por lo que los
buques que navegaban esas zonas debían pernoctar en los fondeaderos de los
canales esperando la luz diurna o en su defecto navegar por alta mar.
Por el año 1945 dirigió
el montaje de una fábrica de Gas Acetileno especial para los faros, en Las
Salinas, Viña del Mar, donde actualmente se encuentran ubicadas las
dependencias deportivas del Club Naval de Campo.
En 1945 como Jefe de la Sección Faros
En la revista MAR N° 126, de marzo-abril de 1948, se publica un anteproyecto de
canalización del estero Marga-Marga de Viña del Mar, elaborado por el ingeniero
López, siempre inquieto por colaborar y proponer acciones beneficiosas para la
sociedad en que estaba inserto.
El año 1951 viaja a La
Serena en inspección previa a la recepción del faro construido por el Ministerio
de Obras Públicas, obra que la Armada no financió por considerarlo inútil desde
el punto de vista de ayuda a la navegación.
En diciembre de 1954,
el ingeniero naval don Sabino López Díaz, se acoge a retiro de la Armada con más
de 35 años de servicio.
Desde 1956 el ingeniero
López se desempeñó como Inspector en Chile del Bureau Veritas, institución
internacional con sede en Paris dedicada al control de construcciones y
reparaciones de buques, plantas generadoras de energía y clasificaciones de
materiales en general. Por su desempeño y detallados informes con planos explicativos
de varias reparaciones de buques, recibió felicitaciones. Presenta su renuncia
voluntaria al puesto en el año 1961.
Desde 1959 hasta 1981,
atiende diversos trabajos en sociedades y empresas, como asesor técnico
en maquinarias y edificaciones.
Paralelamente, en 1971
pasa a integrar el Directorio del Hogar de niños Arturo Prat, donde a comienzos
de 1973, el presidente del directorio, Almirante Manuel Quintana, propuso la
conveniencia de crear talleres para la enseñanza de algunas técnicas, para lo
cual el directorio encomendó tal tarea al director secretario don Sabino López
Díaz., tomando en consideración que los niños egresados de 8° año básico de la escuela del hogar, debían salir con herramientas
necesarias para ganarse la vida y continuar su progreso, de inmediato hizo
construir un muro de contención en el recinto para hacer espacio donde levantar
un galpón, tarea que llevó a efecto con la ayuda de ASMAR. Luego logró
gestionar con la administración del puerto de Valparaíso y la embajada de
Estados Unidos, la donación de máquinas para talleres, en paralelo se confeccionaban los
planes de enseñanza y cartillas con dibujos, a mediados de 1974 empezó en forma
normal la enseñanza en los talleres de mecánica, electricidad y carpintería,
cada área con un técnico o maestro instructor. Posteriormente, en 1989, el
ingeniero López, publicó y donó al hogar Arturo Prat, un folleto con las
materias de enseñanza e las instrucciones teóricas y prácticas de las tres
especialidades con que los niños salían capacitados para enfrentar la vida.
El año 1974 publica un
folleto de 21 páginas sobre el “Faro Islotes Evangelistas" en que entrega
informaciones sobre su construcción, otras sobre otros faros, algunas referencias
del Servicio
de Señalización Marítima y anécdotas.
En octubre de 1978, don
Sabino recibe un fuerte golpe afectivo al fallecer su hijo mayor y colega
ingeniero mecánico Antonio López Santa María, de 50 años.
El 30 de abril de 1981,
la asamblea de socios de la corporación Liga Marítima de Chile, acordó designar
a don Sabino López Díaz como socio Honorario luego de 43 años de socio de
la institución.
En agosto de 1984, la
Asamblea de la Asociación de Servidores del Servicio de Señalización Marítima, ASERMAR,
por unanimidad, le designó como socio Honorario, "por su dilatada carrera
profesional en el Servicio de Faros y Señalización Marítima de la Armada de
Chile, en cuyas décadas de labor planificó y construyó importantes faros y
radiofaros en nuestro extenso litoral".
En abril de 1990 le
afecta otro golpe afectivo al fallecer su esposa señora Juanita Santa María Nieto.
Durante la celebración
del 68° aniversario del Hogar Arturo Prat, en el año
1990, los alumnos del establecimiento entregaron un galvano de reconocimiento
al Ingeniero don Sabino López, por haber cumplido 30 años ligado al quehacer de
dicha institución.
1991 de visita en el faro Punta Tortuga
En junio de 1992, el
Consejo Zonal Valparaíso del Colegio de Ingenieros de Chile AG, en sesión N° 4/92, acordó por unanimidad distinguir al Ingeniero Sabino
López Díaz como Ingeniero Meritorio de la V Región del año 1991, en
reconocimiento a su brillante trayectoria como
ingeniero.
El 14 de octubre de
1993, con casi 92 años, este viejo lobo de mar tomó su barco, levo anclas,
preparó las velas y partió en su viaje eterno. Sin lugar a dudas su navegar será
con buen tiempo, mar llana y con el amor de los que le precedieron, su esposa e
hijo mayor, y con el cariño de tantos, de todas las condiciones sociales y económicas,
a quienes ayudo silenciosamente sin esperar reconocimiento ni agradecimiento.
Fue buen estudiante, estudioso siempre, responsable y cumplidor de su deber como
profesional, como esposo, padre, abuelo, hermano y familiar. No solo amo a la
Armada como hombre de mar, sino también fue hombre de campo, nacido y criado en
el campo, plantó árboles y cosecho de la tierra. Así como también plantó
bondad, sabiduría, cordialidad, amistad, buenos consejos y cosechó cariño y admiración.
Cultivó la paciencia, el sacrificio, la abnegación, la sencillez, la perseverancia,
la caridad y el amor al prójimo.
0 comments:
Publicar un comentario