domingo, 19 de julio de 2020

Faro Cabo Ráper, el gran desafío





Faro Cabo Ráper tardó 14 años en hacerse realidad, la elección del lugar donde instalar la señal fue la adecuada ya que más al Sur hubiese quedado en el mismo Golfo de Penas, y más al Norte no disponía de desembarcadero seguro y hubiese quedado muy lejos del Golfo.

Ráper proporciona información meteorológica actualizada de la zona del Golfo de Penas a los navegantes que lo soliciten, además emite al aire en frecuencia HF y VHF en horario dispuesto, el estado del tiempo del momento, indicando los siguientes datos: presión barométrica, dirección y fuerza del viento, estado de la mar, cantidad de cielo cubierto, apreciación del tiempo.





Faro Cabo Ráper
Antecedentes recopilados por: SOM Sr. Gustavo GONZÁLEZ Cortés


Inicio de los trabajos:

Sensibilizado el país sobre la importancia que tenía el tener puertos y rutas con la adecuada señalización marítima para brindar seguridad a los navegantes y al comercio marítimo, tarea emprendida y comprendida así por el Presidente Sr. Jorge Montt Álvarez (1891-1896), y continuando con el importante esfuerzo por construir nuevas instalaciones de faros en los lugares de mayor peligro y vital importancia en el litoral austral, es así como en el año 1900 el Gobierno de Chile bajo la presidencia de don Federico Errázuriz Echaurren, secundado por su Ministro de Guerra y Marina, el ingeniero geógrafo don Arturo Besa Navarro, y siendo Director General de la Armada el Almirante don Jorge Montt Álvarez, encargaron al ingeniero Sr. Slight, dar forma al proyecto de construcción de un faro que debía erigirse en el cabo Ráper, accidente geográfico ubicado al final de la Península de Taitao, cuya posición se ubicaba en latitud 46° 49’ Sur, y longitud 75° 37’ W, a la entrada del Golfo de Penas, quien debía trasladarse al lugar para investigar la factibilidad de construir en ese lugar una ayuda a la navegación, definiendo el sitio más adecuado para ello e informar, es por esto que el ingeniero viajó en enero a la zona con el personal de apoyo necesario para esta labor. En dicha época este territorio correspondía administrativamente a la Provincia de Llanquihue.

Durante la espera de medio marítimo en Ancud y durante su viaje hacia Ráper en el escampavías Cóndor, Slight no se pudo abstraer de su condición de Ingeniero de Faros, es así como aprovechó de inspeccionar en los puertos en que estuvo y donde fondeaba el buque que lo llevó las señales de la zona, dando apoyo e instrucciones a los guardianes y tomando notas sobre lo más relevante.


Escampavías Cóndor


En el informe redactado por el Ingeniero Don George Slight en el puerto de Valparaíso el 23 de mayo de 1900, este nos entrega en forma muy detallada los antecedentes de su viaje de inspección para elegir el lugar y proceso de preparación del terreno donde se erigiría el faro, en este informe da las indicaciones sobre el mejor sector, el cual debía estar en las inmediaciones del Golfo de Penas hacia la costa norte, en este documento redactado por el ingeniero se consideraron los aspectos de habitabilidad, cantidad de trabajadores y especialidades del personal, el tema económico, transporte necesario de traslado y de apoyo y el lugar de desembarco seguro de los materiales, haciendo presente que era imposible realizarlo directamente a través de la playa más cercana al promontorio elegido, por ser todo el lugar muy expuesto al viento y al oleaje y no disponer de una playa cercana, por lo que debió resolver acceder a través de una playa ubicada al fondo del seno Hoppner, lugar muy apacible distante a 7 kilómetros del Cabo Ráper, bloqueaba su paso un istmo plagado de un bosque tupido de grandes árboles añosos, en ese lugar instaló el ingeniero su primer campamento que denominó “Puerto Slight”.


Dejo a continuación lo escrito por el Sr Slight en su primer informe:

Tengo el honor de someter a la consideración de Us. el informe relativo al resultado de mi viaje al sur, para estudiar la mejor y conveniente ubicación de un faro en Cabo Ráper, península de Tres Montes.

En cumplimiento a las órdenes recibidas de Us. por oficio Nº 36 de 17 de enero próximo pasado me traslado a Ancud a bordo del vapor “Amazonas” a donde llegué el 23 del mismo mes.

En dicho puerto tuve que esperar hasta el 21 de febrero, día en que salí a bordo del “Cóndor” para tres montes; esta demora fue debida en primer lugar a que este escampavía se encontraba en reparaciones de su máquina y segundo que estuvo a disposición del Sr. Intendente de Chiloé por una semana, después de estar reparado.

Durante esta forzada estadía, aproveche el buen tiempo con el objeto de visitar e inspeccionar los faros de Punta Corona y Ahui, los faroles de Puerto Montt, Chacao y Tres Cruces, habiendo hecho también un viaje a Punta Huabun a fin de estudiar el terreno y escoger el punto más adecuado para la instalación de un Faro, en conformidad a las instrucciones recibidas por telegrama Nº 80 de esta Dirección.

En mi visita de inspección al Faro de Ahui, me impuse de la imprescindible necesidad de arreglar e instalar nuevamente dicho Faro que estaba en tan pésimas condiciones de estabilidad que estuvo expuesto de venirse al suelo en cualquier temporal, trabajo que efectué con ayuda de dos carpinteros y dos peones. Examinando la casa habitación noté también su pésimo estado de conservación en que se encontraba debido a su mala construcción y materiales empleados en ella y siendo urgente su reparación, tomé los datos necesarios para su reparación que remití oportunamente a Us., para su resolución y que según telegrama Nº 80 de 1º de Febrero se me autorizó efectuar. Los detalles de estos trabajos los daré en oficio separado.

Concluidas estas comisiones, el 24 de Febrero como he mencionado a Us. anteriormente, zarpamos en el “Cóndor” para el sur, habiendo contratado un capataz de hacheros, escogido por su experiencia para esta clase de trabajos. Pasando por Punta Lobos, el mismo día, tuve oportunidad de inspeccionar y recibirme de la cabaña y pirámide del farol ubicado en este lugar, encontrando este trabajo conforme con las especificaciones, zarpamos de nuevo llegando antes de anochecer a Quemchi.

El día siguiente de nuestro arribo a este Puerto, me ocupé de inspeccionar el contrato con el cuidador del farol de Punta Lobos y después de darle las instrucciones necesarias para el cuidado y manejo de las lámparas y aparato, a las 10:30 A.M. salimos nuevamente para Quellón con escala en Quicaví y Quenac en busca de víveres frescos, fondeamos en Quellón el 26 de Febrero en donde hicimos aguada dulce para los calderos y estanque.

El día 27 después de embarcar los siete hacheros que tenía listos el Sr. Vargas Subdelegado Marítimo, como se le había pedido por telégrafo y después sus sueldos anticipados por un mes como es costumbre en Quellón, salimos con rumbo a Melinka a las 11:55 A.M. de ese día en donde fondeamos a las 5:15 P.M. sin novedad salvo una demora de 10 minutos en el Golfo de Corcovado por causa de haberse calentado un descanso de la máquina.

El día 28, la tripulación ayudada por los hacheros embarcaron 15 toneladas de carbón, mientras se efectuaba esta faena, hice una vista de inspección a la Isla Falsa acompañado por el Sr. Lagreze Subdelegado Marítimo de Melinka para inspeccionar la casa y pirámide para el nuevo farol que encontré bien colocado, pero no completamente concluido. Inmediatamente después de mi regreso, a las 01:00 P.M. zarpamos para el sur vía canal de Moraleda, pero debido a averías sufridas en la bomba de circulación fue necesario fondear en Puerto Nassau a las 07:00 P.M.

El día 1º de Marzo emprendimos viaje a las 07:35 A.M. pero a las 07:55 A.M. hubo nuevamente que parar la maquinaria y hacer reparaciones a la bomba circuladora por lo cual el Teniente Sr. Bambach decidió fondear en Puerto “Americano” a las 12:30 P.M.  a fin de efectuar estas reparaciones, lo más perfectas posibles con los elementos disponibles a bordo a cargo del Ingeniero y al mismo tiempo embarcar agua dulce para las calderas.

Salimos de Puerto “Americano” el 2 de Marzo a las 07:30 A.M. entrando al canal Darwin a las 11:15 A.M. y a las 02:00 P.M. salimos por la boca oriental de dicho canal. Encontrándose el tiempo regular aunque obscuro, con mar gruesa pero boba y poco tiempo seguimos navegando toda la noche.

Como a las 03:30 A.M. el día 3 de Marzo nos encontramos con que el “Cóndor” no se puede gobernar (a esta hora estamos frente a Cabo Ráper pero como diez a doce millas afuera) algo había sucedido al timón, pero hasta el amanecer no fue posible averiguar esta avería, que resultó estar quebrado. El Teniente Bambach y el Piloto 2º Sr. Mannerheim, primeramente arreglaron la botavara como bayona para gobernar, operación difícil dado el movimiento y gran balance del vapor, habiendo trabajado toda la mañana esta operación fue inútil, debido a que el timón se había cargado a babor. En vista de esto hubo necesidad de arriar la chalupa y examinar el timón, operación difícil y peligrosa con la marejada, encontrándose que el pasador que une al timón con el eje superior estaba quebrado y la mitad perdido, después de muchas dificultades el guardián y los fogoneros lograron sacar la parte quebrada, que demostraba una ruptura cristalina debido sin duda a las continuas vibraciones de la hélice, como el movimiento del vapor era grande solo se podía atracar y tocar el timón en los momentos en que la popase encontraba levantada y era menester salir inmediatamente de bajo otra vez antes de su bajada, operación bastante delicada y riesgosa.

Después de algunas horas de trabajo el guardia en compañía de los fogoneros logró colocar en su lugar la parte del pasador y amarrarlo con cabo, pero después de estar en marcha la máquina que fue puesta en movimiento a las 02:00 P.M. volvió a salir nuevamente de su lugar el pedazo del pasador, teniendo que volver a rehacer la operación de amarrarlo, faena que demoró hasta las 05:00 de la tarde y andando poco a poco se pudo gobernar de nuevo el “Cóndor”.

Como el tiempo continuó cerrado con lluvia y neblina el Teniente Sr. Bambach sólo con dificultad alcanzó a distinguir Cabo Tres Montes antes de anochecer y en vista de la mar gruesa S.W. decidió entrar al Golfo de Penas para aminorar en algo el gran balance del “Cóndor” y estuvimos andando muy despacio con rumbo E. hasta el amanecer del 4 de Marzo en que tuvimos oportunidad de entrar a Puerto Otway fondeando a las 07:50 A.M. muy satisfechos de encontrar un puerto seguro en que descansar después de la ansiedad del día y noche anterior.

Creo de mi deber mencionar a Us. que debido al buen ejemplo, pericia y sangre fría del Teniente 1º Sr. Bambach y del Piloto 2º Sr. Mannerheim y buena voluntad desplegada por la tripulación, bajo estas circunstancias tan difíciles y pesada labor no ha habido que lamentar una desgracia, la pérdida del buque con todos abordo habría sido inevitable.

Después de hacer y ajustar un nuevo pasador de fierro del timón, trabajo efectuado por el Ingeniero y Mecánico del buque, el día 5 salimos a las 07:30 A.M. para Seno Hoppner en donde largamos ancla en el puerto interior a 5 millas adentro de la entrada tan cerca de la playa como era prudente a las 11:25 A.M. e inmediatamente desembarqué con los hacheros a fin de averiguar en qué punto podríamos empezar a cortar las sendas necesarias para pasar a la costa afuera y fijar la dirección del camino. Como a bordo del “Cóndor” los hacheros (chilotes) no tenían abrigo contra la intemperie tuvieron que vivir en cubierta; en tierra fue necesario arreglar una carpa de lona vieja facilitada por el Teniente Bambach y aprovechando las raíces de un árbol grande caído cerca de la playa, con lo que se formó una muralla de abrigo, donde establecimos el campamento para iniciar los trabajos para abrir la senda.

El puerto interior del Seno Hoppner, una vez pasada la entrada angosta, tiene una extensión de más o menos 6 millas al sur oeste y como una milla de ancho y llega hasta una milla de la costa exterior, de la cual esta separada por un istmo bajo y arenosos cubierto por bosque muy tupido, los cerros en ambos lados de este puerto o canal son de 500 hasta 600 metros de altura muy escarpados y completamente cubiertos con bosques desde las orillas sin el uso de hachas y machetes.

Muchos de los árboles de roble son hasta un metro de diámetro y de 20 metros de altura.


Partida de hacheros


Empezó a labrarse la senda al lado norte del istmo en donde el bosque ha parecido más fácil para pasar, con rumbo S 10º W. a fin de flanquear los cerros y pasar a Cabo Ráper por el lado afuera de la costa. Para cortar la senda fueron necesario 8 días de trabajo muy pesado puesto que el bosque era muy tupido y húmedo, en los dos primeros días habíamos entrado como 380 metros, pero después el progreso fue muy lento a causa de haber encontrado bosque aún muy tupido y con maderas más duras como ser luma y tepú, también árboles grandes caídos atravesados en la dirección de la senda que habíamos elegido, los que tuvimos que cortar para seguir avante.

Las maderas encontradas en esta parte son principalmente roble, canelo, luma y tepú, pero como 200 metros más al sur de la senda, encontramos ciprés de buenas dimensiones e indicaciones que en una época lejana ha habido gente que ha cortado ciprés en esta región, también encontramos los restos de una casucha cerca de la playa que ha servido para los explotadores o loberos en años pasados.

Una vez Slight pudo bajar a tierra, se fue dando cuenta de la grandiosidad del lugar donde había llegado, dejando registro escrito de todo lo que va observando, las condiciones del clima, tipo de árboles y en especial la peligrosidad del terreno en el desplazamiento a través y sobre la vegetación en el bosque y luego en la costa por las grandes rocas que le daban forma, es así como continua con detalle su informe:

A causa de las lluvias que teníamos cada día, la senda se hizo muy resbalosa y húmeda, necesitando mucho cuidado para pasar, para evitar caídas o accidentes, pero los hacheros chilotes trabajaron con buena voluntad y demostraron mucha habilidad en el manejo de las hachas.

En la tarde del día 11 de Marzo con dificultad pasamos a la costa afuera los últimos 200 metros, siendo este un “tepual” tan tupido que se puede pasar por encima de las ramas entrelazadas unas con otras y encontramos bosque hasta donde las olas llegan durante temporales.

La senda se abrió hacia el lado norte de una bahía de tres millas de ancho y como una milla de profundidad, con playa estrecha y parada, compuesta de piedras graníticas y redondas, graduada de un modo notable, hacia el sur de tamaño regular de 8 a 10 kilos de peso pero gradualmente, aumentando en tamaño hacia el norte de la bahía, hasta más de un metro de diámetro y de 1 a 2 toneladas de peso perfectamente redondeadas.


 Playa rocosa


Avanzando hasta la punta norte de la bahía bloques grandes erráticos de granito, hasta el tamaño de 4 a 8 metros de largo, por 5 a 6 de ancho y de 2 a 3 de espesor, con los cantos redondeados; como si hubieran sido movidas por las olas durante los temporales.

En lugar de encontrar menos bosque en la costa afuera como lo esperaba, resultó que era mucho más tupida todavía y los cerros que forman la costa al norte del istmo, más escarpados que los interiores.

Siendo impracticable cortar una senda por el bosque al pie de los escarpes, en corto tiempo dado la distancia que teníamos que recorrer para llevar a Cabo Ráper, fue forzoso hacer el trayecto por la costa, saltando por las piedras redondas y trepando por los bloques grandes, pero como fue necesario volver por la senda al campamento antes de anochecer, no podíamos avanzar más que hasta la punta norte aludida, o sea una milla y llegamos al campamento completamente rendidos por el ejercicio severo en pasar un camino tan molesto saltando, trepando, resbalando y cayendo sobre las piedras, y en la senda sobre los troncos de árboles cubiertos con musgo mojado.

El día 12 de marzo los hacheros se ocuparon en arreglar las partes malas de la senda a fin de pasar con más facilidad y el día 13 con todos los hacheros empecé viaje del campamento a las 09:00 A.M. llevando víveres para el día, con el objeto de alcanzar a Cabo Ráper por la costa. Para dar idea de lo molesto del camino por la senda basta decir, que ocupamos una hora en atravesar el istmo, aún con los arreglos hechos el día anterior, una distancia de 1.770 metros.

El ejercicio violento necesario para pasar este trecho de bosque, no admitió más que el mínimo de ropa y fue posible llevar instrumentos.

Después de algunos minutos de descanso seguimos la marcha por la costa, cerca la línea de alta marea y pasando la punta norte de la bahía, encontré la playa muy estrecha al pié de los escarpes, con enormes bloques erráticos y de vez en cuando playas cortas de piedras redondas, siguiendo viaje hasta la una P.M., cuando habíamos avanzado dos millas más o menos, desde la punta norte de la bahía, con mucha dificultad, fue necesario descansar por media hora y comer, en este proyecto hemos pasado dos riachuelos que a pesar de no tener gran caudal de agua, hay indicaciones de que crecen mucho en el invierno, juzgando por la huellas marcadas y los bloques grandes y troncos de árboles arrastrados por las aguas lluvias.

Habiendo descansado un rato, a la una treinta pasado meridiano, nos apresuramos a continuar nuestro viaje y después de otra de rudo trabajo avanzamos otra milla al N.O. a una punta de la costa que domina el Cabo Ráper con las dos islas, en forma de pan de azúcar destacadas al frente, característica de dicho cabo.

Aunque todavía nos faltaba una milla en línea directa para llegar al verdadero Cabo Ráper, dada la hora avanzada (02:30 P.M.) y en vista de las dificultades del camino, resolví no seguir adelante; pues era necesario volver antes de obscurecer, contentándome con tomar algunos datos sobre la configuración del terreno.

Según las observaciones hechas, hay lugar para colocar el Faro sobre la planicie que forma la punta más saliente del Cabo que tiene una elevación aproximada de 60 a 70 metros, más o menos, igual a la altura a la isla mayor y cercana, atrás de esta punta se elevan los cerros a una altura de 600 y 700 metros, muy escarpados y cubiertos con bosque tupido desde las orillas del mar. Tan pronto como complete las notas que me fue posible tomar, empezamos el viaje de regreso, llegando al campamento a las 06:30 P.M. completamente mojados y rendidos, con los pies hinchados y desollados a causa de lo áspero y malo de la senda.

He estimado la distancia total recorrida, de ida y vuelta en diez millas, pero la distancia desde el fondeadero hasta Cabo Ráper debe ser a lo menos 7 u 8 millas tomando en consideración las irregularidades de la línea de la costa, en donde es posible hacer talar camino.

Aun cuando pudo elegir y visitar el lugar donde recomendaba construir el faro, Slight no quedó contento con la dificultad que había para acceder a este sitio, por lo que agota las instancias buscando otra alternativa y en lo posible más recta, pensó que enviando gente a través del cerro y siguiendo el curso de un río que desemboca al mar le podría dar buenos resultados, así lo deja registrado:

El día siguiente 14 de marzo no habiendo quedado satisfecho con el éxito de este viaje, y en vista de las dificultades para hacer un camino a Cabo Ráper por la costa pudiendo llevar materiales por medio de carretas tiradas por bueyes, pedí de los hacheros dos voluntarios para probar otro camino, desde el Puerto, por los cerros; hubo sólo dos de los más fuertes y activos, capaces de emprender este viaje, los acompañé hasta la boca de un río chico, como a una milla al norte del fondeadero, en donde fue posible penetrar al bosque por las orillas del río, único modo de subir los cerros sin cortar sendas.
 
Después de una ausencia de seis horas los dos hombres regresaron muy cansados y mojados, con la noticia de que, siguiendo las orillas del río, con dificultad y usando de sus machetes subieron hasta la cumbre de uno de los cerros altos que domina el campo en la dirección de la costa exterior, pero completamente impracticable para hacer un camino para traslación del material, habiendo varias hileras de cerros parados divididos por valles sumamente profundos y todos cubiertos con bosques muy tupidos y húmedos.


Cabo Ráper, Península de Tres Montes


En vista del resultado dado por este viaje me convencí plenamente de que el único modo practicable para llegar a Cabo Ráper era haciendo camino por la senda cortada y la costa exterior a pesar de lo dificultoso que es.

Como no pudiera tomar afuera más datos del camino, sin una larga estadía, que no convenía en esta región, dada la escasez de víveres y de los gastos inútiles en que debía incurrir, determiné con el Teniente Sr. Bambach volver a Puerto Otway y esperar la llegada de la cañonera “Magallanes”, que según las instrucciones que llevaba debía de llegar de un día a otro.

Una vez hubo agotado todas las instancias que estaban a su alcance y con todos los datos necesarios y determinado el lugar para instalar el faro, vuelve a bordo de la escampavía con todo el personal, con lo que se daba por terminada la visita al lugar y quedaba a disposición del buque para comenzar su regreso a la zona norte del país.

El día 15 de marzo; después de tomar los hacheros a bordo con su equipaje, salimos a las 08:00 P.M. del fondeadero para el Puerto Otway. La distancia del fondeadero hasta la entrada a angostura del Puerto interior del Seno Hoppner fue de 5 1/4  millas agregándose 700 metros, la distancia del fondeadero hasta la playa es aproximadamente 6 millas; lo que corresponde a la indicada en las cartas y derrotero de aquellas regiones.

Una vez afuera de este canal, y en la parte ancha del Seno Hoppner el tiempo cambió por completo, pues estábamos en otro clima claro y seco, con una diferencia notable en el terreno; los cerros, en su mayor parte tienen sólo una cinta de bosque abajo y arriba de esta, musgo y rocas peladas que no ofrecen tanta dificultades al paso, como el bosque tupido que encontramos cerca de las costas exteriores, en la dirección del Cabo Ráper.

Llegamos a Puerto Otway a las 10:30 A.M. enseguida mandé a los hacheros a tierra para hacer otro campamento pues no teníamos comodidades para ellos a bordo del “Cóndor”, y al mismo tiempo podríamos obtener una cantidad de mariscos que en este Puerto abundan para cambiar en algo las raciones secas que teníamos.

Desde esta fecha hasta el 19 de marzo  los hacheros estuvieron ocupados cortando leña (tepú)  y la tripulación en hacer aguadas y aseo del buque; porque el Teniente Sr. Bambach creyó sería necesario seguir viaje a Punta Arenas en cumplimiento a las órdenes recibidas de la Dirección General de la Armada a pesar del mal estado del escampavía.

Sin embargo con la llegada de la cañonera “Magallanes” en la noche del 19 de marzo sin tener ordenes de moverse a Melinka cambió la situación y después de una entrevista con su comandante Capitán Neff y de una nota que envió al Teniente Bambach a petición mía, decidí regresar a Ancud en vista de que el Capitán Neff me dijo que el “Cóndor” quedaba  a mi disposición.

Es de sentir que el tiempo cerrado, y lluvioso reinante en el Seno de Puerto Hoppner durante la estadía del “Cóndor” (debido sin duda a la conformación del terreno) no me permitiera sacar algunas fotografías del puerto ni de la costa exterior en ilustración de este informe por la dificultad de llevar instrumentos delicados.

El día 20 de marzo la “Magallanes” salió de Puerto Otway a las 06:00 A.M. con rumbo al sur y el “Cóndor” después de embarcar la leña que habían cortado (como dos mil rajas de tepú) a la 01:20 P.M. y embarcado los hacheros emprendimos viaje de regreso.

El tiempo se mantuvo bueno hasta llegar a Cabo Tres Montes en donde encontramos una marejada grande del suroeste teniendo que disminuir el andar de la máquina para capear la marejada hasta las 07:00 P.M. antes de tomar rumbo al norte. Felizmente había poco, pero pasamos una noche bastante molesta debido a la mar gruesa y en la mañana del día siguiente a las 09:30 A.M., entramos al canal Darwin, en donde nos refugiamos a capear esta marejada, a las 04:00 P.M. fondeamos en Puerto Americano.

Debido al mal estado de la máquina y casco del “Cóndor” y el mal tiempo reinante afuera, no era muy prudente seguir viaje a Huamblin y me apresuré a volver a Ancud a la brevedad posible.

Salimos de Puerto Americano el día 22 a las 07:00 A.M. y a pesar del mal tiempo que tuvimos durante el día fondeamos en Melinka a las 06:00 P.M.

El día 23 de marzo era tempestuoso que fue necesario quedar en Melinka, pero en la tarde hice una visita a isla Falsa para examinar la pirámide y cabaña del nuevo farol que encontré en buen estado y listo para la colocación del aparato de iluminación.

El día siguiente, después de explicar el manejo de las lámparas y farol al Sr. Subdelegado Marítimo de Melinka salimos a medio día para Quellón en donde fondeamos a las 05:00 P.M. y a pesar de la marejada dejada por el temporal en el Golfo Corcovado.

Teniendo que arreglar las cuentas de los hacheros y visitar al Subdelegado Marítimo de Quellón, no me fue posible salir hasta el lunes 26 de marzo a las 11:00 A.M. fondeando el mismo día en Quicaví a las 06:30 P.M.

El 27 de marzo a las 06:30 A.M. zarpamos para Ancud, con escala en Chacao para llevar el farol viejo y lámpara del farol suprimido, saliendo en seguida para Ancud en donde fondeamos a las 01:20 P.M.

Como el vapor “Pizarro” estaba listo para salir al norte el mismo día, arregle apresuradamente mis cuentas con el capataz que había llegado de Ancud y con la Gobernación Marítima alcanzando dicho vapor antes de su salida para Valparaíso a las 06:00 P.M. habiendo llegado al departamento el 1° de abril.

En mi viaje de regreso a Valparaíso tuve oportunidad, cuando este vapor estuvo fondeado en Corral, de visitar Punta Niebla acompañado del Sr. Gobernador Marítimo para indicar al mecánico viajero don Arturo. Vine al lugar donde debía ser colocado el nuevo Faro de 4° orden de aquel punto, en cambio del Faro de 6° orden que existía hasta esa fecha.

Tuvieron que pasar 8 años para que recién en el año 1908, se retomara la idea de instalar un nuevo faro y se autorizara a desplazar una comisión a la península de Tres Montes, equipo que dio inicio a los preparativos para realizar los estudios de ubicación definitiva en el Cabo Ráper, enviando en esa oportunidad a dos buques para realizar la tarea de definir el lugar de desembarco, acopio y  las necesidades de materiales que se ocuparían en todos los trabajos a realizar, tales como la construcción de un muelle, una vía férrea, el emplazamiento del faro y un edificio de habitabilidad, generando la siguiente información:

El 6 de octubre de 1908 se iniciaron los preparativos para realizar los estudios de ubicación del faro Cabo Ráper.

El 6 de noviembre zarpó de Puerto Montt el Escampavía Pisagua y la draga Rhin.

El martes 10 de noviembre se fondeó en Leopardo, dándose inicio a la descarga de la comisión a la draga. En conferencia con el señor Devita, se convino que el Pisagua volviera 25 días después a Puerto Slight, a fin de recoger a la comisión.

El viernes 13, se zarpa de Leopardo llegando a Puerto Slight, el día 16 a las 3 P.M. finalizó la descarga, ubicándose el campamento donde se armaron carpas, esa noche llovió torrencialmente mojando completamente los víveres.

El miércoles 18 se dio inicio a los trabajos, aclarando la senda que después de 8 años se había obstruido con las ramas entrelazadas y árboles caídos, a pesar de su ancho mínimo de 3 metros, el día 19 se exploró la playa para ubicar el muelle de desembarque, que en baja marea quedará como a una milla del campamento al NW, en conclusión el muelle tendría un largo de 14 a 18 metros por 6 a 8 metros en cabezo con un malecón de arranque en la parte posterior, que vaya desde allí en una inclinación de 45 grados sobre la entrada de la senda y dotada de un pescante de dos toneladas y un ferrocarril de decauville de 340 metros de largo.


Promontorio elegido


El 21 se encontró y se abrió una senda de 80 metros con inclinación suave que permitía subir un hombre cargando sin cansancio, en las inmediaciones se encontró piedra granítica, arena dulce y salada, la altura medida sobre el nivel del mar con plomada dio 80 metros, y la meseta que forma la planicie del cabo, tiene 12 metros por 32 metros (12 x 32) de Este a Weste, pudiéndose hacia tierra labrar lo que sea necesario, “lomo de buey” para ubicar la casa habitación y demás anexos del nuevo faro.

Todo el material pedido a arsenales, como carga de ropa de agua y elementos de trabajo, eran de muy mala calidad para una zona demasiado lluviosa.

El 25 de noviembre se concluyó los trabajos de la comisión.

El 6 de diciembre llegó el Pisagua a buscar la comisión, este traía al Biólogo enviado por el Museo Nacional, don Zacarías Vergara que venía a inspeccionar los trabajos realizados. Zarpando el 7 de diciembre.

Para la construcción de las líneas del ferrocarril se necesitó:
-       3000 metros vía decauville de 60 centímetros de ancho con peso de 4.1/2 kilos por metro, con durmientes.
-       4000 metros vía igual a lo anterior sin durmientes.
-       4 desvíos completos.
-       3 carros planos.
-       1 carro de volcar.
-       1 herramienta para curvar rieles.
-       4 barretas para acuñar durmientes.
-       2 llaves para los pernos de las celisas.
-       2 martillos para clavar rieles.

Fueron comprados a los señores Saavedra Bernard y Cía. Su costo fue de $ 500.467,95 oro de dieciocho peniques.

En abril de 1909, se comisionó al inspector señor Slight, acompañado de los ayudantes Ingenieros Sres. Meikle y Dupouy, a fin de dar forma definitiva al proyecto de la nueva construcción del campamento en Puerto Slight.

Se contrataron albañiles, hacheros, carpinteros, cocineros, mecánicos, herreros, maquinistas y capataces los que quedaban bajo la vigilancia del Inspector don Juan Ursich, secundado por los ayudantes don Arturo Valdivieso y Guillermo Titus, bajo la supervisión del ayudante del ingeniero Slight, don Enrique Dupouy.

El 1° de septiembre de 1909, llegó la comisión a Puerto Slight iniciándose la descarga, el día 2 inicio de la construcción del galpón y el muelle provisional. Estaba compuesta por J. Slight, E. Dupouy, G. Meikle, un cocinero, ayudante de cocina, mozo, dos capataces, carpinteros, veinte hacheros, un herrero, inspector, ayudante inspector, un total promedio cuarenta y cinco personas.

El 7 de noviembre se levantó campamento llevando toda la gente, en vista de que los vapores de empresa Braun y Blanchard no quisieron tener escala en Puerto Slight, demorando hasta el mes de enero el Decreto Supremo ordenando dicha escala.


Trabajando en la línea férrea


En enero de 1910, salió nuevamente el Sr. Slight llevando gente y material para continuar los trabajos, quedando desde esa fecha a cargo del Guardián de Faros Sr. Ursich.

El costo de los trabajos es el siguiente:
-       1909         $ 29.477,95 P.O.
-       1910         $ 40.000        P.O.
-       1911         $ 50.900        P.O.
-       1909 el valor de la linterna, aparato accesorios del faro $ 32.311 P.O.
El presupuesto para 1912 era $ 86.000 P.O.
El presupuesto para 1913 era $ 40.000 P.O.

El presupuesto oficial era la suma $342.000,00 oro de 18 d, que fue confeccionado para pedir propuesta pública, resultando por consiguiente, una economía al Fisco de $83.310,13 oro, llevando a cabo los trabajos por administración.

Los motivos de la demora de la construcción son:
-       Debido al mal tiempo.
-       Los vapores de la Braum y Blanchard no tocaran en Puerto Barroso.
-    La falta de comunicación con Puerto Slight, originó desconfianza y miedo a los obreros por la soledad en que se encontraban, el Sr. Dupouy se vio obligado a levantar el campamento el 7 de noviembre.
-       La reducción de personal por lo ajustado del presupuesto.
-    La demora en decretar el pago de los fondos solicitados y tramite que puso la Comisaría General de la Armada para entregar el dinero necesario para el pago de los sueldos, cuentas por materiales, víveres.

Para no entorpecer los trabajos el Sr. Slight tuvo que desembolsar fondos propios para atender mensualmente el pago de operarios y de las cuentas.

Desde el primer día que se dio la autorización para comenzar los trabajos de  construcción del faro Ráper, Slight siempre estuvo atento a los avances que estos iban teniendo, viajaba en forma regular a la zona y se interiorizaba personalmente de los avances de las obras y de lo que se estaba haciendo, se preocupaba cuando surgían inconvenientes y en especial cuando no podía asistir, depositaba su confianza en el ingeniero que lo secundaba en los trabajos y era además quien se quedaba a cargo de las obras ante su ausencia, se trata de Don Juan Ursich, este le preparaba y hacía llegar un informe al señor Inspector de Faros, indicando en detalle los trabajos que se realizaban, tal como se indica a continuación:

"Informo de los trabajos del faro de Cabo Ráper ejecutado por la 2ª. Expedición desde el 11 de febrero hasta el 15 del presente mes.
-       Se cubrió exteriormente la casa habitación con dos manos de pintura.
-       Se tendió la línea desde el muelle hasta la casa habitación.
-       Se aserraron 1800 pies tablones de 2” de espesor para marchapié de la línea.
-       Se aserraron 700 pies solera para construcción línea.
-       Se dio el principio a la construcción de las pilastras de concreto en el muelle.
-      Se abrió una pequeña senda desde este puerto hasta el otro lado para el proyecto de la línea.
-     Se hizo en Cabo Ráper un rancho de paja y se abrió una senda desde la playa hasta la cumbre habiéndose sacado de maleza y monte en toda la superficie que está destinada para la construcción del faro y establecimiento.

Lo que tengo el honor de informar a Ud., en cumplimiento de mi deber. Saluda a Ud. Juan Ursich".

Transcurrieron once años desde el inicio de las trabajos en la península de Tres Montes que comenzaron en el año 1900, lo que demuestra el lento avance de las obras, esto principalmente debido a la lejanía con los centros poblados para abastecer de materiales, también influían las malas condiciones de tiempo en donde se ejecutaban los trabajos, la dificultad para conseguir obreros calificados y que quisieran trabajar en un lugar tan alejado sin acomodaciones y paga insegura, pero principalmente la demora se debió al incumplimiento por parte de la empresa naviera de propiedad de la firma Braun & Blanchard, que con sus buques, Vertfold y Alm, debían hacer escala en Puerto Slight para entregar la carga destinada a la construcción del faro, a lo cual las autoridades de esa compañía se negaban a ingresar al seno Hoppner, bajo el pretexto de que esa zona no estaba poblada, se presentaron los reclamos pertinentes a través del gobierno y en 1910, el Director del Territorio Marítimo resolvió este conflicto generando un documento que obligaba a la compañía naviera a recalar en Puerto Barroso, en donde además se consideraba la asistencia del escampavía Yáñez por el tiempo que duraran los trabajos en Ráper, además se dejó bien en claro que Puerto Slight estaba habitado permanentemente por aproximadamente 50 operarios.

Mientras tanto George Slight no paraba de viajar a Valparaíso para gestionar con las autoridades los recursos necesarios y coordinar los buques que pasarían a dejar la carga, el año 1911 escribe informando del estado de la construcción, los inconvenientes que ha tenido con los trabajadores en dicho lugar y detalla los recursos que eran necesarios para llevar a termino los trabajos:

Tengo el honor de someter a la consideración de Us., el siguiente informe sobre el estado de los trabajos del Faro Cabo Ráper, en construcción en la península de Tres Montes, tomando como base los datos obtenidos en mi última visita a esa región en enero del presente año.

Desde mi última gira a dicha península en enero del año pasado los trabajos de la instalación de la línea férrea para unir Puerto Slight con Cabo Ráper, han avanzado de una manera que puede llamarse por demás satisfactoria, si se toma en cuenta la naturaleza del terreno, la inclemencia del tiempo en aquella localidad y las lluvias que continuamente la azotan, como se demuestra en el resumen que se acompaña y que arroja el siguiente dato:

Los días de lluvias en 1911 han sido 165, es decir con lluvia todo el día; 105 días de tiempo regular, con lluvias a intervalo, y 65 días de buen tiempo.

Desde el 21 de abril de 1911, fecha de la instalación del pluviómetro hasta el 31 de diciembre del mismo año han caído 3 m 787 mm, o sea 149 pulgadas de agua, con vientos reinantes del norte y noroeste, chubascos y fuertes granizadas, lo que hace un total de 5 m 700 mm o sea 223 pulgadas de agua caídas durante el año 1911.

Durante el año pasado el número de operarios ocupados en las obras ha sido por término medio de 45, incluso el Inspector de Obras.

En sueldos para esta gente se ha invertido más o menos $ 60.000.00 m/c y el resto de la suma concedida se utilizó en la compra de materiales, víveres, etc.


Tendido línea férrea


Con estos gastos se ha logrado 3.500 metros de línea en la que funciona su respectiva locomotora, con la cual se ha venido a disminuir en gran parte la labor del acarreo de materiales para el concreto armado de que están construidos los pilares que soportan los puentes por donde se ha tendido la línea, único medio de pasar por sobre el terreno por demás accidentado y peñascoso, por la orilla del mar hasta el pié del cerro donde se ubicará del Faro, para lo cual se acompaña fotografías.

Para la terminación definitiva de la línea sólo falta aproximadamente 3.000 metros y a fines del año en curso, si no hay entorpecimientos, quedará lista para el servicio.

Dada la experiencia adquirida desde el año 1908 hasta la fecha, y por el atraso para obtener fondos por la demora en la promulgación de la Ley de Presupuestos y otras tramitaciones, el suscrito después de su último viaje a Cabo Ráper, cree más conveniente dejar hasta mayo próximo inclusive sólo los obreros necesarios (20 personas) para continuar a medida que el tiempo lo permite, los trabajos y conservación de la línea.

Para este objeto es necesario que la Comisaría General de la Armada envíe mensualmente la suma de $ 2.200.00 por los vapores de Braun y Blanchard cuyos Agentes en esta son los Sres., Duncan Fox y Cía., quienes se encargarían de remitir el dinero, previo el pago del seguro y el flete correspondiente.

La Comisaría General de la Armada deberá entregar el dinero en referencia, previa presentación de planillas justificativas a pedido de la Sección de Faros a fin de evitar dificultades en el pago de la gente y el descontento que les produce por el atraso en obtener sus jornales.

Desde el mes de mayo próximo para adelante será menester aumentar el número de obreros a 80 con el objeto de dar mayor impulso a los trabajos, ya que cuenta con mayores comodidades para el alojamiento y atención del personal.

Para seguir los trabajos en la forma indicada durante este año, se necesita las siguientes sumas en moneda corriente:
Sueldo para 20 hombres en 5 meses a $2.200     $   11.000,00
Sueldo para 70 hombres en 7 meses a $6.500     $   45.500,00
Víveres para los primeros 5 meses                       $   33.600,00
Materiales, cemento, fierro, carros nuevos,
herramientas, fletes, pasajes                                 $   40.000,00
Cuentas por cancelar                                             $   18.600,00
                                                                               $ 148.700.00
           O sea $86.000,00 oro de 18 d.

Con esta suma creo que podría quedar a fines del presente año concluida la línea y comenzada en parte la instalación del Faro y la casa habitación del personal.

Para mayor claridad me permito hacer una relación de las diferentes sumas autorizadas al suscrito para la iniciación de los trabajos, compra de víveres, materiales, pago de jornales, etc., agregando la adquisición del aparato lenticular y accesorios del Faro y las sumas proyectadas para seguir y terminar los trabajos, en la siguiente forma:

D. Supremo N° 689 de 14 mayo 1909                       $   15.477,95
D. Supremo N° 1492 de 22 octubre 1909                  $  14.000,00
D. Supremo N° 440 de 06 abril 1910                         $   25.000,00
D. Supremo N° 1896 de 27 septiembre 1910            $     5.000,00
D. Supremo N° 507 de 15 marzo 1911                      $   10.000,00
D. Supremo N° 589 de 25 abril 1911                         $   25.000,00
D. Supremo N° 1469 de 05 octubre 1911                  $   15.900,00
D. Supremo N° 1877 de 30 noviembre 1909
valor de la linterna, aparato accesorios del Faro       $   32.311,92

Gasto total hasta la fecha                                           $ 152.689,87

Suma presupuestaria para el presente año                $   86.000,00
Suma presupuestaria para 1913, más o menos
para dejar terminada definitivamente la casa
habitación de empleados y entregada al servicio
del Faro Cabo Ráper                                                   $   40.000,00

Importe total del Faro                                                   $ 278.689,87

Como ya he tenido el honor de manifestar a Us., el Presupuesto oficial asciende a la suma de $342.000.00 oro de 18d., que fue confeccionado para pedir propuestas públicas, resultando por consiguiente, una economía al Fisco de $63.310,13 oro llevando a cabo los trabajos por administración.

            Slight fue muy riguroso y minucioso con los dineros involucrados en esta obra, tomaba nota de todos los movimientos de ingresos y egresos y daba cuenta regularmente de ellos, esto con el objeto de no dejar dudas que lo lento del avance de los trabajos era por problemas externos, en sus informes indicaba por qué no se podía ir más rápido en las obras, el clima poco amigable en invierno impedía el ingreso de las naves de transporte y del buque de apoyo en forma normal, motivo por el cual no estaba el medio para el traslado de la carga desde Puerto Barroso.

Como existen ideas de que los trabajos en Cabo Ráper no han avanzado con la rapidez que fuere de desear, me permito recordar a Us., algunos de los acontecimientos que han motivado la duración de las obras.

Resuelto por la superioridad que la construcción del nuevo Faro Cabo Ráper se hiciera por administración, el infrascrito salió de Valparaíso el 23 de junio de 1909 con el objeto de iniciar los trabajos, y una vez en Puerto Montt se dio principio a los preparativos para la expedición, contrato de obreros, apertrechamiento de materiales, etc.

Debido a los malos tiempos durante los meses de julio y agosto y fue necesario efectuar una visita de inspección al Faro Isla Guafo e instalación del nuevo Faro en Melinka, solo pudimos llegar en la escampavía “Yáñez” a Puerto Barroso el 31 de agosto.

En este Puerto se tomaron los materiales pesados que habían sido desembarcados por el vapor “Alm” de la casa Braun y Blanchard, incluso una partida de fierro para la línea férrea, maderas, lancha, etc., que fue necesario transportar a Puerto Slight, donde se dio comienzo a la obra el 1° de septiembre, con 22 hombres, fuera de la tripulación del Yáñez compuesta de 18 personas.

Antes de mi salida de Valparaíso se habían hecho arreglos con la casa Braun y Blanchard, para que sus vapores tocaran en Puerto Barroso, lo que no se consiguió y cansado de esperar la llegada de esos vapores me vi obligado a ir a Punta Arenas el 7 de octubre en el Yáñez para obtener víveres y ver modo de arreglar la cuestión vapores, dejando instalado el campamento y las instrucciones convenientes para la construcción de la casa, para abrigo de la gente, consumos y pertrechos y la construcción del muelle provisorio para el desembarque.


Puerto Barroso, Golfo de Penas


 No habiendo conseguido que la expresada casa hiciera tocar sus vapores en Puerto barroso en cada viaje, como se estaba convenido antes, tuve que regresar directamente de Punta Arenas a Valparaíso, para obtener de la superioridad que quedara incluido Puerto Slight como uno de los puertos de escala en el trayecto entre Valparaíso y Punta Arenas de los vapores de Braun y Blanchard, y cuya autorización llegó a conocimiento del infrascrito el 18 de enero de 1910.

Este abandono que se generó ante la negativa de la empresa naviera, provocó desorden y deserción por parte de los trabajadores, por lo que hubo que levantar campamento y volver a Puerto Montt.

Por otra parte, Punta Arenas en esa época era una zona franca aduanera y los víveres asignados a Ráper eran enviados desde esa zona, ante lo cual se debían pagar aranceles de internación por ellos, para solucionar esta situación se constituyó un almacén particular en Puerto Montt destinado a los requerimientos de víveres de Ráper.

Comenzaron a generarse inconvenientes con el presupuesto asignado, ya que estos no llegaban a tiempo para cancelar los compromisos, tanto de materiales como de sueldos, Slight consciente que los dineros debían llegar y con el fin de no atrasar los trabajos, cancelaba las deudas del proyecto con recursos propios que luego recuperaba.

Durante el verano en los últimos años de construcción, Slight se acompañaba con su familia, su mujer Charlotte y sus hijos George y James, quienes se alojaban en una vivienda que los trabajadores bautizaron con el nombre de “la casa del Ingeniero”.

La falta de comunicación con Puerto Slight originó desconfianza y miedo a los obreros por la soledad en que se encontraban, por lo que el Ingeniero señor Dupouy se vio obligado a levantar el campamento el 7 de noviembre, regresando con la gente a Puerto Montt en la escampavía Yáñez.

A pesar de esto y del mal tiempo quedó concluida en Puerto Slight la primera casa en los 68 días trabajados.


Cabaña y muelle en Puerto Slight


A principios de 1910, y tan pronto como quedaron subsanadas las dificultades con la casa Braun y Blanchard, y como se contaba con la escampavía “Yáñez” para atracar a los vapores en cada viaje, el suscrito salió nuevamente de Valparaíso con destino a Puerto Slight, donde llegó el 11 de febrero, con 16 hombres que fueron contratados.

En Puerto Slight dejé iniciados los trabajos que quedaron a cargo del Guardián de Faros de primera clase, Sr. Juan Ursich, y había continuado sin interrupción hasta mi visita en agosto del mismo año, en que aumentó el número de operarios hasta completar 28.

Durante esta visita se hizo el estacado y la nivelación definitiva de la línea férrea dentro del istmo y fueron inspeccionados los galpones para obreros, consumos, materiales y muelle de desembarque con su pescante.

En enero de 1911, hice otro viaje a Puerto Slight, a fin de arreglar las cuentas y pasar revista de los trabajos llevados a cabo e indicar la manera de seguirlos adelante, para lo cual se aumentó nuevamente el personal.

Desde enero de 1911 hubieron en los trabajos por término medio 45 hombres hasta el mes de septiembre en que fue necesario disminuir su número a 30 hombres, debido a que no pude contar con los fondos suficientes por cuyo motivo se perdieron los mejores meses del año para seguir tendiendo la línea férrea.

Una de las causas principales, además de las enumeradas, fue la demora en decretar el pago de los fondos solicitados, y los trámites que puso la Comisaría General de la Armada, para entregar al suscrito el dinero necesario para el pago de los sueldos, cuentas por materiales, víveres, etc., insistiendo que para poder retirar de Comisaría los fondos decretados debía el infrascrito presentar planillas de sueldos con la firma de los interesados y con el certificado del Inspector de la Obra de haber pagado los sueldos en manos propias.

Las cuentas por víveres, materiales, etc., también se me obligaba a presentarlas canceladas y con el recibí conforme del Inspector de la Obra por haber indicado el Director de Comisarías que el Reglamento así lo exigía.

Por esta razón y a fin de no entorpecer los trabajos y evitar la paralización de la obra me vi a desembolsar fondos propios para atender mensualmente el pago de operarios y de las cuentas.

Para comprobar la gravedad de la situación, al basarse en el Reglamento que se me mencionaba, bastará con citar un solo caso, el 15 de julio de 1911 se solicitó de Us., la suma de $35.000.00 oro de 18d. para continuar los trabajos y después de una larga tramitación conseguí solo $15.900.00 oro, que no pude retirar hasta el 6 de diciembre de ese año, teniendo por consiguiente, que cubrir con mi crédito las planillas de pago, cuenta de materiales, víveres, etc. por este valor.

Con lo expuesto a Us., creo haber cumplido con mi deber y haber hecho cuanto ha estado de mi alcance para principiar y seguir adelante una obra de esta naturaleza, para lo cual, y a fin de salvar la situación he tenido que contribuir con fondos propios.

Sin desconocer la opinión expresada por la Superioridad y la Comisaría, tengo la convicción, basada por mi experiencia en obras que se llevan a efecto en apartados parajes y falto de recursos, que esta clase trabajos son “FUERA DE REGLAMENTO” y la persona encargada de ellos debe tener mayor amplitud de acción, al confiarle semejante trabajos.

La idea de pedir propuestas públicas para la conclusión de los trabajos en Cabo Ráper, acarreará pérdidas de tiempo y de valiosos materiales que han sido adquiridos y aumentará en gran proporción el costo fijado para entregar al servicio el nuevo faro.

Estoy seguro, Sr. Director, que ningún contratista al tomar a su cargo los trabajos habría soportado tantos riesgos y sacrificios como los corridos hasta la fecha por el personal a cargo de los trabajos que se ejecutan bajo mi dirección e inmediata vigilancia, individuos que han trabajado conmigo durante la construcción de los Faros Islotes Evangelistas y Bahía Félix y otros de la región Magallánica, a quienes he probado no solo por su capacidad y resistencia, sino también por su honradez, especialmente el Sr. Juan Ursich, Inspector de la obra y el Sr. Andrés Stambuk, Guardián Visitador de Faros, quien secunda al Sr. Juan Ursich en los trabajos y fue el que construyó el Faro Bahía Félix.

Por último me permito manifestar a Us. que no es de mi resorte indicar la forma en que se puede arreglar la cuestión para la entrega e inversión de los fondos, pero a mi juicio, salvo superior resolución de Us., me parece que atendiendo la redacción de los Decretos Supremos que fondos a disposición de determinadas personas para obras especiales como Cabo Ráper u otras, la Comisaría General deberá entregar esos fondos, exigiendo la rendición de cuentas correspondientes.

Con esto se subsanarían en gran parte los inconvenientes que traen los trámites para fiscalizar la inversión de dinero, sobre todo en regiones tan aisladas, lejos de recursos y comunicaciones regulares.

Aun cuando los trabajos no iban a la velocidad esperada debido a todos los inconvenientes antes descritos, la obra igual avanzaba, en 1912 solo le restaba tender 4.000 metros más de línea férrea, el traslado de materiales se efectuaba utilizando la locomotora y los carros aprovechando el tendido existente, con lo que se facilitaba la tarea para llegar con los materiales al lugar donde iba la construcción.


Construcción torre del faro


Al 23 de marzo de 1912 se había logrado tender 3.500 metros de línea férrea que nacía en el muelle de caleta Hoppner, (puerto Slight), corría sobre puentes cuya altura variaba entre los 3 y 18 metros, con su respectiva locomotora, pasando por sobre terrenos muy accidentados a orillas del mar, con lo cual disminuyó en gran parte la labor de acarreo de materiales y del concreto armado, del que están construidos los pilares que soportan los puentes por donde se tendió la línea, único medio de pasar por sobre el terreno por demás accidentado y peñascoso, por la orilla del mar hasta la planicie del cerro donde se ubicaría el faro, este tendido además se utilizaba como sendero peatonal.

En los últimos años también aparecieron los problemas con los trabajadores, mientras estos tomaban un descanso en la ciudad (Puerto Montt) y eran reenganchados para continuar en puerto Slight, una vez recibida la ropa, el pago anticipado y los alimentos (ranchos), se insubordinaban para ir en busca de mejores oportunidades, por su condición de civiles, no se les podía seguir sumario por indisciplina, ante lo cual se decidía cobrarles los pasajes del viaje y se les solicitaba la devolución de la ropa impermeable que la Armada les había proporcionado.

Siempre con la visión de incorporar las nuevas tecnologías que se estaban usando en Europa, el Gobierno de Chile comisionó en el año 1912 al ingeniero Slight, para estudiar en las fábricas de Suecia y Alemania, los inventos de iluminación automática para los faros, con estos nuevos aparatos se preveía una revolución en los sistemas de prevención de siniestros marítimos de la época, el ingeniero viajó con su familia y visitó las fábricas AGA y Pintsch para interiorizarse más sobre los nuevos equipos, esta visita permitió que en los años siguientes se cambiaran los antiguos sistemas de iluminación con gas de parafina por los modernos destelladores a gas de acetileno. Slight regresó a Chile embarcado en el vapor para navegación oceánica de carga y pasajeros "Oravia", de la naviera Pacific Steam Navigation Company que efectuaba viajes a esta parte del mundo, zarpando del puerto de Liverpool con destino a Sudamérica, el buque zarpó de Inglaterra en Octubre de 1912 con destino a Chile y Perú, trasladando carga general, 261 pasajeros y 150 tripulantes, en su trayecto debía hacer una corta parada en puerto Stanley para dejar correo, lamentablemente su recalada a Stanley fue permanente, ya que acercándose al faro del cabo Pembroke, a toda marcha al anochecer del día 12 de Noviembre, y luego de un mal cálculo en la distancia con el faro, chocó el bajo de la roca Billy, al momento de ocurrido el accidente el capitán se comunicó por radio con puerto Stanley para informar lo ocurrido y pedir ayuda, la ayuda llegó prontamente a través de botes de rescate, los que lograron salvar ilesos a todos sus pasajeros y tripulantes, 15 días después llegó la motonave “Oronsa” de la misma compañía donde embarco Slight y su familia para traerlos de vuelta a Chile.


Naufragio vapor Oravia


Durante 1913 la construcción de la línea férrea quedó finalmente terminada, esta vía tuvo una extensión de 7.500 metros, sobre la cual corría un trencito de la fábrica francesa Decauville, compuesto por una locomotora del año 1912, vagonetas y carros planos de 1,50 metros de plataforma, todos con cuatro ruedas, equipo que corría sobre una vía estrecha o trocha angosta, y el que fue recibido en Punta Arenas y desde ahí trasladado a puerto Slight, en  este pequeño tren se hacía el traslado de los víveres y bultos para la dotación del faro cada vez que era reaprovisionado.

Para ubicar la linterna del faro, se construyó una torre de hormigón armado, adosada a la casa habitación de dos pisos cuya obra gruesa se terminó de construir durante el año 2014, quedando pendiente las terminaciones y la sala de motores.

Quien encendió por primera vez el fanal del faro fue uno de los hijos del ingeniero Slight, George de 16 años, el día domingo 18 de enero de 1914, y finalmente, el 01 de noviembre del mismo año se puso en servicio en forma oficial el nuevo faro, en la época y por los antecedentes de su equipo de iluminación fue considerado de segundo orden, del tipo giratorio, para su funcionamiento utilizaba gas de parafina, su característica se componía de un haz de luz blanca cada treinta segundos, con una altura sobre la llama de sesenta metros, el alcance de su luz llegaba a 26 millas náuticas, con un sector de visibilidad de 204°, entre el 331° y el 175°, la altura de la luz sobre la pleamar era de 60 metros; la altura de la torre de 14 metros hasta el plano focal, se ubicó a unos 700 metros al norte de la casa de la radio.

Su moderno equipo estaba compuesto por su lente del tipo Fresnel de 1400 milímetros, lenticular o dióptrico con lo que se reducía considerablemente el tamaño convencional, con lo cual se conseguían importantes alcances de luminosidad; quemador Pintsch funcionaba con gas de parafina con un manto incandescente de 60 milímetros, lo que producía un consumo anual de 2.828 litros de parafina, para su giro utilizaba una maquinaria de relojería y depósito de aire fabricado por Barbie Bernard, la linterna o cabaña que albergaba todos estos aparatos contaba con tres corridas de vidrios de 219 centímetros de diámetro, 81 centímetros de cuerda, 83 centímetros de arco, flecha de 5 centímetros y con una altura de 87,5 centímetros,

La dotación estaba compuesta por un Guardián, cuatro Ayudantes y un Sirviente, todos acompañados por sus mujeres.

Las lámparas a parafina habían sido inventadas en Francia y funcionaban hasta treinta días sin atención, usaban mechas concéntricas y de nivel constante, eran seguras y económicas pero con poco poder lumínico, una gran mejora fue el empleo del gas de parafina con mechas incandescentes, con vigilancia constante o parcial. Los conocimientos y el impulso que el ingeniero Slight dio a la señalización marítima en Chile, permitieron ir progresando desde los mecheros que quemaban aceite de semilla de colza a los de parafina, los de gas de parafina, para luego pasar a los quemadores de gas acetileno.

El paso más importante se dio con la llegada al país del gas acetileno disuelto y comprimido, sistema sueco A.G.A., el cual era de bajo costo y de funcionamiento automático, no necesitaba de cuidadores.

Aproximadamente en el año 1921, la locomotora dejó de funcionar y desde esa fecha hasta el año 1933, el transporte de víveres y enseres aún se hacía sobre los carros, pero a la falta de locomotora eran arrastrados o empujados a mano por la dotación. Hoy en día, sin el tren y debido a los continuos rodados sobre la ruta, la vetustez, la nula mantención y la destrucción de la totalidad de la vía, el viaducto ya no se pudo recuperar y tampoco utilizar, para dar solución y conectar puerto Slight con el faro, se tuvo que hacer un nuevo camino carretero rodeando el cerro, ciertos tramos antiguos de la línea férrea se reutilizaron, incluyendo algunos lugares que pasaban al borde del mar, durante varios años el transporte es efectuado con la ayuda de un tractor agrícola y luego con  maquinaria doble propósito, la que se utilizaba con un coloso para el traslado de carga, o para el despeje del camino con una pala frontal, tareas que eran apoyadas además por una carreta tirada por bueyes y caballos para montar. En la actualidad los abastecimientos se coordinan para efectuarlos con apoyo de helicóptero, por lo que toda la carga es dejada en sucesivos viajes cerca de la casa. ​

 Las filtraciones de agua por la lluvia por la pérdida del techo debido a los destrozos causados por el terremoto de mayo de 1960, dejaron en muy mal estado las instalaciones de la casa habitación del faro, todo el segundo piso cedió cayendo sobre la losa del primer piso quedando inhabitable, la planta principal no sufrió mucho daño pero era necesario retirar los escombros para una mejor evaluación, mientras tanto se intentaba mantener el servicio y se dejaba operativo el faro, la primera acción tomada fue proteger a la dotación habilitando como dormitorio una pequeña construcción cercana que se usaba para bodega, allí el personal los primeros días se cobijó para descansar, al poco tiempo y viendo que la casa principal no se podía habitar, desocuparon una segunda bodega que era un poco más grande y disponía de dos dependencias quedando provisionalmente de dormitorio, por lo que la anterior se acomodó para usar de cocina-comedor.


Primera bodega



 Se buscó la forma de habilitar el primer piso del antiguo cascarón, se retiraron los escombros del segundo piso, se repararon las filtraciones cambiando ventanales y principalmente colocando techo a la casa, este último duraba poco tiempo instalado, ya que enseguida volaba en algunos de sus tramos ante la fuerza de los vientos huracanados comunes en la zona, era una lucha constante contra el clima. Buscando una solución para el personal, la Institución determinó sustituir la casona de dos pisos del faro, y en su reemplazo se armó una casa de madera modular en las inmediaciones, dejando abandonada la vieja construcción de rieles y cemento. Desafortunadamente la casa provisoria quedó montada en un terreno inestable propenso a generar un deslizamiento, lo cual informaban los Jefes de Faro cada vez que se efectuaban los relevos, Faro Ráper requería de una cirugía mayor.



Casa modular en derrumbe


Luego de 30 años y finalmente en el año 1990 se logra obtener financiamiento para la adquisición de materiales de construcción y se asigna el personal  necesario para levantar una nueva casa en un lugar estable. En mayo de dicho año zarpan desde Punta Arenas con rumbo a Puerto Slight, a cargo de las faenas estaba el jefe del faro, Suboficial (F.) Alfredo Machado Barra, lo acompañaba su dotación compuesta por el Cabo 1° (F.) Osvaldo Pérez Jimenez, Cabo 2° (F.) Luis Miño Muñoz y el Cabo 2° (F.) Washington Rosas Alvarez, más 15 operarios del Departamento de Obras y Construcciones de la tercera Zona Naval (Docater), rápidamente y aprovechando que en la unidad naval viajaban el Constructor Civil del DOCA y el jefe del Centro Zonal de Señalización Marítima de Punta Arenas y ante un reciente rodado que había afectado a las instalaciones en las cercanías del terreno elegido para levantar la nueva casa, no siendo recomendable llevar a cabo la tarea, el Suboficial Machado presenta como una alternativa de solución al grave problema que tenían delante, "recuperar la vieja casa",  idea que luego de visitar y evaluar el estado en que se encontraba, contó con el apoyo del mando y principalmente del especialista Constructor Civil, el objetivo principal, era recuperar las instalaciones de habitabilidad para el personal, "Faro Cabo Ráper, y el gran desafío" era volver a ver habitadas sus viejas instalaciones, ese grupo de personas dieron lo mejor de sí para llevar a cabo la tarea encomendada, 5 meses de duro trabajo para llegar al objetivo, al término del periodo todos volvían a Punta Arenas deseosos de tomar un buen descanso y orgullosos de haber sido parte de este gran desafío, faro Ráper hasta nuestros días se mantiene erguido iluminando las aguas del Oceano Pacifico, guiando el navegar seguro en el temido Golfo de Penas,  permitiendo con ello garantizar la seguridad a los navegantes y salvaguardar la vida humana en el mar.

 



Faro Cabo Ráper de dos pisos, 1914



Faro Cabo Ráper de un piso actual





Reaprovisionamiento del faro



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