sábado, 3 de junio de 2023

ESCAMPAVÍAS METEORO

 

ESCAMPAVÍAS METEORO

 

En el año 1900 se puso la quilla a este buque en los astilleros Lever Murphy & Co. de Caleta Abarca, en Viña del Mar. Fue lanzado al mar el 24 de noviembre del 1901. Su casco era de acero y tenía dos máquinas de 400 HP cada una, fue diseñado para el servicio de faros, tenía una eslora de 150 pies.

 Su primera comisión la efectuó el 12 de febrero de 1902, fecha en que zarpó con destino al archipiélago Juan Fernández llevando 40 colonos, un Sargento de Policía y tres Guardianes, quienes se constituyeron en la dotación del retén de las islas, de ahí se trasladó a la zona Sur para contribuir en la labor de mantenimiento y reaprovisionamiento de los faros, boyas y balizas.

El 10 de mayo de 1918, la escampavía "Meteoro" había zarpado de Punta Arenas, al mando del capitán de corbeta Agustín Prat Von Seitz, con la misión de recorrer el balizamiento y boyas del Estrecho de Magallanes y abastecer de víveres y carbón los faros de su boca oriental. Estando fondeado en Zealous, sobrevino repentinamente un fuerte viento del noroeste que descompuso el tiempo levantando una gruesa marejada que evidentemente ponía en peligro los acumuladores de gas acetileno y fanales de dos boyas luminosas que la escampavía llevaba trincados en el castillo.

Por ello se decidió suspender la descarga destinada al faro Dúngeness, levar el ancla y buscar otro lugar más apropiado, poniendo rumbo al banco Sarmiento, en el lado oriental de Dúngeness, donde la escampavía fondeó el 18 de mayo.

Allí había calma absoluta. Horas después de fondear, se desató un chubasco de lluvia y nieve, con una baja barométrica muy repentina y junto a ésta se levantó un viento extraordinariamente fuerte, con gran marejada, que en pocos momentos se convirtió en un furioso temporal.

 Como el buque no se hallaba en condiciones marineras para salir a capear, el comandante resolvió aguantar el mal tiempo en el fondeadero. El buque, fuera del peso de las boyas y sus cadenas que llevaba en el castillo, había sufrido en ese mismo viaje una avería en la máquina, por lo que lo más recomendable era mantenerse en el lugar.

Se fondeó la segunda ancla, y se auxilió a la nave con la máquina, adoptando todas las medidas necesarias para el caso, pudiendo el "Meteoro" aguantar cinco horas. Se habría podido evitar el naufragio si no hubiera sufrido un entorpecimiento en el timón, causado por una escala de fierro que se metió en ese sector y de una espía que se enredó en la hélice, lo que impidió finalmente el empleo de la máquina. En tales condiciones el buque naufragó, perdiéndose totalmente. En el siniestro perdieron la vida trece personas: el contador Roberto Silva Avalos; el piloto 3° Eduardo García Latorre; telegrafista 2° Nicolás Varas Astudillo; maquinistas 2° Gumercindo Muñoz Ceballos y Manuel Mora Rubilar; herrero Guillermo Rojas Morales; marineros Ignacio Loncuanty Huayten y Manuel Torres Muñoz; fogoneros Manuel Saravia Quevedo, Lorenzo Rasmussen Oyarzún y Dionisio Silva Torres, además de la señora del guardián del faro Dúngeness, Carlota Álvarez de Espinoza y su hijo Manuel Espinoza Álvarez.

 Poco después, en vista de la inutilidad de salvar el casco de la escampavía, se procedió a extraer todo el material que fuere posible recuperar, desarmándolo completamente y sacando las calderas y toda la máquina. Con excepción de las calderas y algunas maquinarias, todo el resto fue enviado al arsenal de Talcahuano.

 

 


 

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